NOSTALGIA
Y volveré a observar embelesada
el campo de amapolas escarlata
y forjaré unos sueños de oro y plata
al solaz de la noche recostada.
Surcos de musgo como leve almohada,
la diosa Aurora con su gran sonata,
cual cántico sublime de una oblata
presidirá la tímida alborada.
Andaré por viñedos y bancales,
por las verdes llanuras y cañadas,
tocando con mis manos los maizales.
Volveré a ver los pastos, las majadas,
surcaré levemente los trigales
de espigas vespertinas y doradas.
TU MIRADA
Me gusta tu mirada transparente
como un venero de agua cristalina,
como el sol reflejado en la colina
o ráfagas de luz intermitente.
Tu mirada refleja suavemente
el color verde mar con purpurina,
un encanto hechicero que fascina
y que atrapa y envuelve eternamente.
Me transforma y me eleva conmovida
a aquella plenitud tan deseada
de lealtad, bondades y de calma.
Un oasis de paz para mi vida.
Efluvios de praderas, tu mirada,
es también el refugio de mi alma.
METAMORFOSIS
Si pudiera en un instante
convertirme en mariposa,
posaría en una rosa
de un gran jardín rutilante.
¡Gran idea! ¡Fascinante!
Qué misterioso prodigio.
De la locura el inicio
tan genial metamorfosis,
libar el néctar en dosis
sin dejar huella o vestigio.
¡AY NIÑA!
Ideas materializadas, estériles y huecas.
Relámpagos de ansias ateridas
atravesando el Averno lentamente
y balbuceando paupérrimas promesas.
Eras una sombra atormentada
atrapada en tu mortal osadía;
bajaste al fango sin escuchar consejos,
laberinto de tierras movedizas.
¡Ay niña! ¡Eras tan joven!
Naufragaste en un barco de papel
a la deriva de tu frente yerta.
ENJAMBRE
En este enjambre agobiado
en el que estoy sumergida,
siempre retando a la vida
sin olvidar el pasado,
a veces tan añorado
como la oculta ternura,
otras doliente amargura
traspasando mi sentido
y que deja malherido,
corazón, alma y cordura.
AMOR FUGAZ
Como una melodía huracanada
pasaste por mi vida fugazmente,
dejándome una estela consistente
y una ilusión tenaz y apasionada.
Los acordes de luz en tu mirada
perdurarán en mí eternamente,
sensaciones que viven en mi mente,
ya por siempre mujer enamorada.
Irrumpiste en mi paz y mi sosiego
y embriagaste mis labios con tu aroma,
acariciando mi piel como un juego.
Te fuiste al alba cuando el sol asoma,
triste mi corazón, trémulo ruego,
yo volaré hasta ti, torcaz paloma.
LA REPARADA
Por turbulentos caminos
de recónditos recuerdos,
corría “La Reparada”
con su hatillo de estraperlo.
Huyendo de los tricornios,
maldiciendo al universo,
lleva en la mente a su hombre
fusilado el dos de enero.
Por turbulentos caminos
con su hatillo de estraperlo.
DE TUS RECUERDOS AUSENTE
De tus recuerdos ausente,
por un momento te observo,
y se refleja en tu rostro
surcos de negros silencios.
Tus ideas se confunden
como veletas al viento,
surgiendo la marabunta
de guiñoles indefensos.
De tus recuerdos ausente,
surcos de negros silencios.
TIEMPOS DE GUERRA (Décima)
Eran cinco sus hermanos,
los pilares de su vida,
de educación compartida,
tan ingeniosos y humanos.
Siempre tendiendo las manos
sin niñez ni adolescencia,
les robaron su inocencia
a golpes de hambre y metralla,
testigos de la batalla,
de la justicia y vehemencia.
A MIGUEL HERNÁNDEZ
Elevarme quisiera hasta tu frente
y salvarte de muros y cadenas,
proyectando alegrías a tus penas
y consuelo a tu alma tan doliente.
Poeta entre poetas, ¡Inocente!
Tan joven y sin darte tiempo apenas,
sin piedad te someten a condenas,
triste sombra en estrépito silente.
Manantial de amapolas que ha brotado
por el filo del látigo homicida
con el poema abierto en tu costado.
Eternamente dejará tu herida
-trágica primavera- desolado,
al pueblo al que entregaste muerte y vida.
AL AMOR IDEALIZADO
¿Dónde estás amor?
desde siempre te estoy esperando
y han pasado tantas lunas,
han pasado tantos años,
que he visto, con la marcha del tiempo,
mi cabello tornárseme blanco
mas mi yo sigue siendo de niña.
En silencio te sigo esperando,
te hablo en mis noches solitarias,
en el viento te envío mi abrazo
y entre murmullos dormidos
o a fuerza de tempestades,
mi imposible y mi añoranza
vagarán eternidades.
BENIDORM
¡Qué batir de olas!
¡Qué rumor de besos!
Benidorm sonríe
a los cuatro vientos.
Sus cálidas playas,
ese azul del cielo
con mágicas noches
y sus rascacielos.
Y como contraste
para los sentidos,
por el Callejón de los Gatos
subid al Castillo,
un revuelo de gaviotas
os dará la bienvenida
con sus danzas sobre el mar
oteando la bahía.
Quedaréis impresionados
con tan fantásticas vistas,
Sierra Helada, Puig Campana
y también Sierra Cortina.
Allá a lo lejos, sola, observante,
desafiando a los siglos,
la Isla de Benidorm
testigo inmutable
de la historia y transformación
de una antigua villa de pescadores,
hoy, ¡nuestro querido Benidorm!
ALJUBÉ
A la memoria de mis queridos padres y hermanos
A veces cierro los ojos
cuando el día languidece
con recuerdos del pasado
de fúlgidos campos verdes.
Ni la pátina del tiempo
que todo lo desvanece
logró borrar las vivencias
de mi infancia tan presente.
La casita con la escuela
entre la fronda silvestre,
protegida por frutales
y plantas de hoja perenne,
con la acacia, la morera
y el nogal lleno de nueces,
el rumor de las acequias
con el agua que abastece
el riesgo de tantas huertas,
que llega y desparece
entre la inmensa llanura
hasta donde el sol fenece.
Recuerdos de mi niñez
caricias que van y vienen,
mis padres educadores
resignados con su suerte.