REGIÓN DE TRACIA
Dónde moras, ayer de luz y vida.
Imperio cuyas puertas de alabastro
se abren como un océano de paz.
Te busco en el declive
que ofrece voz al río,
al viento que contempla
la gruta de tus sienes
con rostro de mil atlas.
Quiero tu estrella en lirio que amanece,
la fuente que prolonga
en sed el sol de invierno,
las púas de tu peine de Corinto
deshaciendo los nudos de una pena,
adherida a la borla de cabellos,
hallada entre medusas.
Partamos rumbo a la Región de Tracia
Italo Calvino, viajero de urbes.
Gravita en el despliegue del rapsoda
que es salmo en mi interior.
VERANO ENTRE LOS ÁRBOLES
Fuera de ti, el mar sediento ahoga.
Se vuelve muro, bosque de maleza.
Contigo, el agua al viento
en fuga silba ardiente vapor. Sube,
asciende igual que un hilo
de globo sin alcance.
Tu entrega es filtro y fuego,
vals de olas que no mueren en la playa,
cofre irisado en sol.
Si velas el océano, la hoguera
de mi vida es frescura.
El barro del camino labra el cántaro
que escancia la oquedad del ser nutrido
con sueños del verano entre los árboles.
AMARILLO
¿Dónde abono el trigal fertilizado
con la espiga del Hombre?
La savia de los pueblos es pajiza.
El Dolor del Hambriento
no pronuncia ni brama
su voz descalza. Estéril
y harto de sinsabores,
el Dolor
permanece a las puertas
de la espera,
con brazos
desnutridos y bocas en reposo.
Por el vientre y el blanco del pañal
la luna arrulla un campo de mazorcas.
Cómo será el paraje
del niño que desvela
el pecho sin mimosa y girasoles…
BLANCO
Nevado
frente a hoja de papel
no escrita. Su silencio
“en blanco” es el clamor
manuscrito al impulso que no llega,
encuentro de haches mudas
sin tiza el encerado.
Apagadas las sienes
un principio de luz:
“La nieve ha seducido
el cristal de tus ojos”.
Al fondo,
el corazón de la palabra
es el fulgor
que late por mi mente.
Toma el cielo la voz
del arco-iris
y la tierra, paleta de colores.
NEGRO
Es “El-Adios” partir de nacimientos,
ceniza muda,
Muerte
en sombra reclinada sobre un hombro.
Todo cuanto de cierto vibra en ti
lleva un final de noche
sin rótulo, ola en medio de otras olas
arrugadas por sed
que no humedece en llanto la mirada.
Frío,
“ El-Adios”
tiembla
su lauda sepulcral.
Arde en sepelio sobre
un negro eco cerrado
a voces que no se oyen.
AZUL
Las hadas de los Mares Encantados
Decoral,
Pe
ce
ci
ta y Flordeluna
con brazos de marfil,
reman
aura celeste al DESPERTARme.
Gemido añil en trémula caricia,
sus voces menuditas abren párpados
que amanecen de azuR
E
V
O
L
O
T
E
A
N
melodías salobres con astros y nereidas…
Azul sed trovadora, cuenco azul
de tregua, cada noche un mar en sueños
retorna por historias de tristeza.
DÉCIMA AL TIEMPO
El tiempo es planeta ido,
sin partida ni morada,
hacia cumbre desplegada
que amanece lo dormido.
Quiero en recuerdo prendido
ser pausa inscrita en tu frente,
antes que mundo y simiente
me extingan de su memoria
y no haya lumbre ni historia,
de quien nazca en orto ardiente.
ENTRE LABIOS
De mí podrán decir
Anacreonte amigo,
que sin probar fragancias
de licores o vino
mi copa brindó al aire
con vides y racimos.
En los días de ausencia,
sinsabores y olvido,
entre sueños buscaba
los labios de Cupido
sangrando como heridas
mis penas sin alivio.
Hoy en cristal luciente
de llanto y risa hendido,
quiero beber sin tasa
sin cuenta a mi destino,
gloria de Baco en néctar
vertida del Olimpo.
Por ser de ayer las odas,
del mañana los hilos
que trencen los vapores
de todo lo existido.
TANKA PARA LA PRIMAVERA
Ser sólo un ave
en vuelo hacia el clamor
de la palabra.
Anidar en los dedos
la pluma que me oía.
HAIKU
En parque gris
las flores de colores
y el cisne blanco.
ESTACIONES DEL ALMA
El tren viaja por túneles.
Incógnita es la luz
(el ave, la marina en movimiento,
el paisaje que limpia
del presente las sombras)
que brilla y desvanece.
El Alma con destino a la Ilusión
se baja en Desencanto.
El Alma con billete hacia el Progreso
se apeará en Declive.
Próximas estaciones: Multitud,
Escepticismo y Duda.
El tren avanza el pasajero huye
(marino con el logro en cada viaje:
la conquista hacia un poco de sí mismo)
en faro hasta el confín.
LIBRERÍAS
Ciudades habitadas
-por lectores-
que buscan nuevos días.
Que buscan nuevos días
-estudiantes-
en puntos diferentes.
En puntos diferentes
-del estante-
la magia siempre espera.
POETA SIN POEMA
Junto a mi pluma
el ave que me amaba
se quiebra en los cristales
de la espera.
POEMA SIN POETA
Junto al vuelo
de tu pluma
dónde el ángel
de mi palabra?
EL LIBRO
VOZ.
CUERPO.
AIRE.
Cada palabra,
POLVO
(fuera creado o no).
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