Nombre: Pascua Aloi
Lugar de nacimiento: Mendoza, Argentina
Residencia actual: Mendoza, Argentina
Miembro desde: 11/04/2016


Poemas incluidos en esta página:        
      

            - AÑORANZAS

- TU NOMBRE

- ENGAÑOS

- BESOS

- QUIZÁS

- LIBERTINO

- LA NOCHE

- TU ROSTRO

- LUNA

- PAISAJE

- DÓNDE

- AMOR

- ¿QUIÉN ERES?

 

 
AÑORANZAS 
 
Llueve…
a través del ventanal
veo el tupido manto
de humedad y frío
que precipita el cielo.
 
Cual renovada vida
el agua riega el suelo,
y el corazón evoca
memorias ya cenizas.
 
En permanente ritmo
de gotas y recuerdos,
que adormecen el alma
y acurrucan mis bríos.
 
En armónica unción,
de firmamento y tierra,
de presente y pasado
soledad y alegrías.
                               
 
 
 
TU NOMBRE
 
Todo aquí, lleva tu nombre.
La montaña que roza el infinito.
El mar en la turbulencia de sus aguas.
El valle que se pinta con flores multicolores.
El río que cantando traza su camino.
 
Todo lleva tu nombre.
El ayer de la inocente niñez.
De la soñada y crédula juventud.
De los años compartidos de adulto.
El hoy de la solitaria madurez.
 
Todo lleva tu nombre.
El aire que a diario respiro.
La tierra que transito en el camino.
El agua fresca que me nutre.
El fuego ardiente que me abriga.
 
Todo lleva tu nombre.
El silencio y el ruido.
La mañana y la noche.
El recuerdo y el olvido.
Todo lleva tu nombre…
 
 
 
 
ENGAÑOS
 
Mentiras embriagadoras,
aquí nublan los sentidos
azuzan sueños desiertos
acusan cantos marchitos
reverdeciendo mañanas
de fuego ígneo festivo.
En el manso barrilete
miles pájaros cansinos
anhelan vientos airosos
que traigan al libertino;
lo encadenen en la piedra
doliente… al mortal vacío.
Penurias del alma fría
en su fantasmal abrigo
que errante sufre desplantes
con el corazón arisco
en la agonía constante
del galopar tan sombrío.
Engañan al inconsciente
buscando placer fortuito
cuando sonrientes trasgreden
la claridad y el autismo
de las mentiras dudosas
de los encuentros remisos.
Porque buscando se enredan
sin amor, sólo amoríos
en un mar desfachatado
de oleajes yeguarizos
al hueco tan doliente
del adiós, sin albedrío
 
 
 
 
 
 
BESOS
 
Ellos…
Que recorren cuerpos
embriagando el alma, 
que encienden juegos
de pasión dormida.
 
Con el licor ámbar
de la miel robada
en los tenues sueños
del jardín florido.
 
Con el canto fuego,
la sangre hirviente,
el anhelo fuerte
de ser poseídos.
 
Besos embrujados,
exaltan la vida
de la ingenua niña,
de amor prohibido.
 
 
 
 
 
            
QUIZÁS…
 
Aquí apareces tú    
y deslumbras ensueños,
con la dulce esperanza
de sentirme muy viva.
 
Me llamas y me buscas
y despiertas pasiones
de los días sin sueños
del ayer dolorido.
 
¿Qué clamores fortuitos
fueron a tus oídos,
para estar sin preludios
en mis días perdidos?
 
¿Cómo se intercalaron
tus ansias, mis silencios,
en el mundo que pintas
con palabras sentidas?
 
¿Qué fue de mi soledad,
de mis penas calladas,
mis angustias pasadas,
al creer que hay futuro?
 
Eres el infinito
que alumbra el horizonte,
del penar sin olvido,
de placeres gratuitos.
 
Eres la recompensa
del vil destino, al alma
que se funde en promesas
de fe reconstruida.
 
Serás aprendizaje
faltante de mi vida;
te recibo y te acepto…
sin gran, expectativa.
 
       
 
 
 
LIBERTINO
 
Qué triste  soledad la no asumida,
crees vivir en plenas facultades,
eres esclavo de las libertades
que proclamas a voces, en tu vida.
 
Eres viento de ráfagas perdidas,
destrozas con tu paso soledades,
aunque busques perdón en sus bondades,
dejas tus huellas, tan mal confundidas.
 
Eres el vagabundo sin destino,
en barco a la deriva destrozado
sin puerto, tan fugaz tu desatino.
 
En el fin de tus días amargado
beberás del copón agua marino
serás un navegante fracasado.
 
 
 
 
LA NOCHE
 
En las profundas aguas se refleja
esa penumbra oscura de la noche
y las estrellas brillan con derroche
apagando la lumbre de mi queja.
 
La luna misteriosa asoma vieja
entre las altas cumbres de fantoche
al son de Río Negro Bariloche
con nieve cantarina y marmoleja.
 
Que danza suavemente  y se cautiva
aportando al silencio su murmullo
dejando la mirada ahí pasiva.
 
La noche precipita con orgullo
la majestad azul que reactiva
el bullir de mi sangre, cuando fluyo.
 
 
 
 
TU ROSTRO
 
Tu imagen celestial me paraliza
quiero decir amor que no es olvido
que sufro con pavor lo tan querido
y arrullan cascabeles en mi prisa.
 
Todo aquello voraz desarmoniza
el pasado muy lento está perdido
el corazón se siente tan mordido
que sangra y mi dolor se profundiza.
 
Tú serás el timón a la deriva
el tiempo de la nada que naufraga
en el fangoso mar que me cautiva.
 
Cuando veo tu rostro que empalaga
al fervor de la lágrima furtiva
sonrío de manera, casi vaga
  
 
 
 
LUNA            
 
En el mantón oscuro de la noche
tu opulenta redondez encandila.
Señora de embrujos embaucadores,
de poetas, príncipes y amoríos.
 
Cual faro encendido por mil estrellas
sonríes en los verdes valles niños,
caminas viva, por el firmamento,
regocijan los peces en el río.
 
Te miro y con cristalino desdén
acaricio tus misteriosos rayos,
que mintiéndole al sol los derramas
en trémulos corazones vacíos.
 
Luna de los deseos perdurables,
sombra de los amantes escondidos...
en el eterno silencio del cielo
trémulo, deambula tu destino.
 
 
 
 
PAISAJE
 
El mar esmeralda se tiñe de gris,
el oleaje espumoso baña la arena
y su canto trae, el rumor  de las sirenas
que allá , a lo lejos, retozan entre perlas.
 
El cielo copia color y las bravas nubes
Intentan bajar con el suave viento,
que mece las palmeras y sueña
entre las verdes ramas, de movimiento sensual.
 
Cambia el paisaje, las bullangueras voces
de los multifacéticos turistas, acallan su tono
mientras la naturaleza exacerba su presencia
de cielo, arena y mar…
 
 
 
 
DÓNDE
 
Te evoco en las largas noches sin sueños,
cuando la angustia cierra la garganta,
y los ojos lloran agonizantes.
 
Te busco en cada recuerdo marchito,
en perpetuas penurias ignoradas,
y en el regocijo de las sonrisas.
 
Te siento en el latir del corazón,
cuando nada ni nadie me acompaña
y tu mano, cual manto me acaricia.
 
Te encuentro… ¡madre mía!...
Traspasando dimensiones del infinito
 
 
 
 
 
 
 
ENSOÑACIÓN
 
La quietud embarga el lugar y,
cual móviles estatuas de verde,
árboles y palmeras, observan mi accionar.
No hay brisa, los pájaros trinan
en despedida al sol, que se oculta;
un perfume arrobador y húmedo
inunda mi blanco balcón.
Tras los arbustos y magnolias
los gnomos juegan una ronda teatral,
pequeñas hadas aletean entre el follaje
en un espectáculo que sólo a mis ojos dan.
Comunión de seres, en himno triunfal,
irradian canciones de libertad y paz.
En la ronda de la vida, la poesía sueña
la expresión inconmensurable del amor.
 
 
 
 
 
AMOR
 
Nunca sabré mi amor ¿por qué la vida
es un fuego tenaz, con negro viento?
Que colma de dolor al descontento
buceando ternura conocida.
 
¿Será vivir por siempre dolorida,
aullando  por instante al movimiento
sin razón, ni luz en el pensamiento,
naufragando en su fuga tan perdida?
 
Tendría que ser limpia y muy serena,
como la quiero yo y como la vivo
en este sueño de placeres llena.
 
Sé que en profundidad me juzgaría
si me lleva en su vuelo fugitivo
por altas cumbres locas de alegría.
 
 
 
 
¿QUIÉN ERES?
 
Intrusa, te entrometes en mi vida
carenciada de orgullo y sin sentido,
dejando aquí las huellas del perdido,
de la memoria fútil y fingida.
 
Eres…sin ser, grosera y atrevida,
señal del caminante gris hundido,
de todo aquél sonámbulo curtido,
de lágrima perenne tan vivida.
 
Tú ¿de dónde provienes licenciosa?
¿qué alimentos consumes casi a diario,
para mostrarte así, tan majestuosa?
 
Coronas de dolor el calendario,
te llaman con fiereza… la penosa
por ser tú… la tristeza, sin horario

 


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