Nombre: Yovanny Ferrer Lozano
Lugar de nacimiento: Cárdenas, Matanzas, Cuba
Residencia actual: Benidorm, Alicante, España
Miembro desde: 08/05/2024


Poemas incluidos en esta página:        
                 

1.       HABEAS CORPUS

2.       CONFIGURACIONES

3.       LA CULPA DE JOSÉ JACINTO

4.       CANCIÓN DE ALBERTO

5.       LOS FIELES Y SUS PASOS

6.       JUEGOS VISUALES

7.       ECCE HOMO

8.       BUSINESS

9.       UNA FOTO DE BEATRIZ

10.     EL HAMBRE

11.     TRANSEÚNTES

12.     SESIÓN DE HACHIS

13.     COFFEE MILK

14.     CANDYMAN

 

 

 
 

HABEAS CORPUS

      Patroclo, a quien sentían inánime – destruido
una carne abyecta ahora – el espíritu disipado –
indefenso – sin aliento-
hacia la inmensa Nada vuelto desde la vida.
C.P. Cavafy

Aquí comienza el juego de gritar por las pausas del tiempo. Gran corte de la NADA.
Patroclo respira, abre las puertas para que los acordes tensen la quietud sobre nuestras
cabezas. Batallas. El hombre llora la desgracia de saberse hombre encima de alas. Un
hombre y su grito en el sueño de la nada, vigilia de las carnes, pecado concebido entre
sombras y gentes distraídas, creyéndose dioses en la ciudad perdida ciudad del canto
Ad gloriam     Ad hoc     Ad hominem     Ad vitam aeternam.
Tan solos reposando cuerpo y mente por los siglos de los siglos frente al espejo.
TIEMPO     VIDA     APARIENCIA     YO
¿Qué pedir? ¿Qué dar a los demás? Qué irreconocible fijeza del ser retenido en un espacio
sin límites. Pero el hombre es torpe (destino común apenas tira la aldaba) entonces
prosigue el juego de gritar para que el que escuche procree en paz la imagen perfecta del
profeta, como un éxodo, un humeante trote del fulgor de las gentes: aire, descenso,
aliento sostenido, aire, descenso; parodia de la vigilia a flor de piel en la ciudad que canta
el advenimiento desde el estrado junto a sus dioses.

 

CONFIGURACIONES

Hamlet nació a la luz de esta ventana
donde los días juegan a ser largos
bajo los párpados el sol inunda lo disperso.
Hamlet es mi mano de matar las tinieblas
admiro la sombra del árbol
la suerte que abre sus pasiones.
Esta mañana descubrí el mundo de mi cuerpo
el arcoiris tatuado bajo mis pies
sobrevivieron estos ojos cansados
que miran a Hamlet y recompensan.
Corren rumores, castigan la luz de mis párpados
no he sabido recurrir al dialecto común de los sin nombres
(vendrán todos con sus cabezas en el carcaj
y solos se irán a otra parte con los cuerpos destrozados).
Hamlet morirá,
cada mañana responde a un sueño distinto.
De pequeño corría hasta el fuego de los libros
saltaba sobre ellos
desnudo lloraba con las piruetas de mi ángel;
Hamlet llega cuando froto mi pecho  
      con la calma de estos días enormes,
      en otro espacio diferente a este cuarto
donde un hombre llega al fin sin desnudarse.
El fin será dar la espalda a esta ventana
que sabe las torpezas de mis sueños;
puerta donde escapo de los locos
que insisten romper las alas del silencio.
Hamlet, no vayas a dormir donde la lumbre
estos dos países necesitan de tu risa equivocada
bajo la lluvia andan perros buscando la carnada precisa,
las melodías que robaron a este camino eterno.
No abras tus ojos
si despiertas podrías encontrar la muerte
rondando en tu cuello.
Es tarde para hacer el amor con juguetes
contar al amigo que el pan es duro
para llevarlo de regalo a la Navidad.
Esta cama espera tu cuerpo cansado del polvo,
no sobornes al portero para llegar justo
en el momento que empieza la lluvia
sin que presten oídos al ciclo eterno de las configuraciones.
El hombre desconoce el encanto de sus palabras.
Cada ser retiene el disfraz a la hora de la cuerda,
¿Cuántos disfraces tendrás tú
para mentir bajo las sábanas del arco iris?
¿Cuántos puedes alimentar
si acaso duermes por temor a otra configuración
o inmolando el puñado de mi cuerpo
que te cede la vida para juzgar a la lluvia?

 

LA CULPA DE JOSÉ JACINTO

a Gaudencio

Llamo por sus nombres a los poetas
al pintor ribereño
al tren que cada madrugada atracaba en mi vida.
Ellos temen encontrar otra ciudad
en medio de la niebla
soplos
que recuerden la estación
donde la quimera era un sueño.
Sílbales José Jacinto
no dejes que su música acabe tus oídos
la ciudad no existe
la ciudad divaga entre existir
y ser parte de su historia
un sorbo
      una añorada nostalgia
de crear lo prometido
en ese nombre mío
en esa muerte iluminando la platea
yo artista
yo mesa en el diván
para servir a los prestamistas
una carne fría
una tarde inventada
en el pórtico del paraíso nuestro.

 

CANCION DE ALBERTO

Para Alberto Abreu

El deceso del siglo a la entrada de mi boca
quizás no resista despertar en otro oficio.
Hoy es un día difícil para encontrarme.
Robo acentos al lingüista
y escribo la novela más larga del mundo.
Ya no romperé la almohada.
Diré que Adán murió de una enfermedad
venérea
el verdugo quemó sus sueños
quemó mis mantas
mis cuadros.
No soy otro unicornio
me esperan demasiados laberintos.
Un naufragio
es la prueba difícil de volver
(los comemierdas rasparon sus uñas intentando un cerco)
mientras pego afiches
la quietud de la noche
penetra insistentemente
a pesar de los años.

 

LOS FIELES Y SUS PASOS
(Ley del Tao)

lo que espero de mí
invalida toda percepción posible
es mi miseria
la que argumenta esta sed
      de coexistir

 

JUEGOS VISUALES

clava el gendarme su espada en mi vientre
brotaran boabads
flores silvestres
puñales
sonidos disímiles del fastidioso crepitar contra el hueso
habrá que posar
- dice el ilusionista y gime-
lanzarse al ruedo
copulando entre sí como nostálgicos
evado así el terror de saberme frágil,
íntimo,
mísero espanto de luz

 

ECCE HOMO

proyecta la farola mi silueta sobre el equipaje
ya no es la sombra
mis ojos delatan un albor inmenso
que borra las barandas del Hotel Olimpic
esta brevedad es mi encierro
giros
caricias
fragmentos
concilio pretendido
tan admirable en las manos del ciego
que bendice el paso del color
sobre su abismo.

 

BUSINESS

hacer el pan
decir a la gente
      todo pasa
el tiempo es un oficio
demasiado viejo
juego a ser el otro
vestido de mi
entre estas calles
que remiendan mi alma
y soy feliz
llevo en mis bolsillos
la próxima jugada
tú voz que pregunta
¿quién eres hoy?

 

UNA FOTO DE BEATRIZ

colgado desde mis pies
el mundo
es solo el brillo en los ojos
el pelo nauseabundo
que cae hasta el cenit y posa
esa tarde en Cárdenas
en el parque donde descubrí tus ojos
un viento seco quitaba las hojas
yo me sostenía
en esos bostezos
danzaba entre el miedo
y tu mano tenue
frente a la brevedad.
hoy me limito a creer
ese silencio
                    salva.

 

EL HAMBRE

para Yana

el hambre sostenía mi memoria
las piernas en lo alto
martilladas
superpuestas al hambre
escrita a ciegas
en un cuenco de papel
      era yo un animal de barrio
enamorado de las puertas de cada día
del humo tras las ventanas
noticias escritas en el vientre
aprendidas a medias
vociferadas en el dintel
para acostumbrarnos a las oquedades
mientras la cola
larga
maldice y se alimenta
apretuja mis ojos
cómo olvidar los panes
los peces
la mano del apóstata hurgando en la memoria
en el fondo
el hambre era la coartada
boceto de la ausencia
para encontrarme

 

TRANSEÚNTES

elegido al azar
de un grupo de demiurgos
ásperos
parlantes
dispersos en la cola larga
sinuosa
colorea mis ojos sobre la orilla
el estrado los multiplica
ojos en la tarde
en el cielo
ojos en los muros
en la mano
que avista más allá de los efugios
y grita a las serpientes
no repten
sean dóciles
eviten convertirme en su carnada
un día habrá quien borre esos graznidos
y zurza su nombre
en esta pestaña molesta
que llevo a cuestas

 

SESIÓN DE HACHÍS

sobre la mugre de la caverna bebíamos las letras
las blancas colillas
eran mendrugos de pan
límites del anunciamiento
los chicos de fieltro jugaban béisbol en la otra orilla
me divertían los swings largos
el eco del resuello
interminable
intento cincelar esa postal
no olvidar
los chicos
el golpe seco del madero
contra la aspereza
el humo en sus pulmones
la vida
como la mano en el fango
es y no es
exorciza el segundo de existir
y cava
no importa dónde

 

COFFEE MILK

el olor de la mañana
es un laberinto
tras las hendijas
los rayos
abotonan sus fauces
sobre el ayuno de otro día
temo a la nevasca
refugio de mis ojos
en esta isla
de paredes descascaradas
y coffee express
acabado de colar grazna el cuervo
bebo un sorbo en su silueta
never more
never more
espejo de mí
      espejismo de la boca
que bebe
a través de la lucerna
el resplandor termina
el reflejo no
engaña
seduce
soy el que bebe un país
encaramado en las alas del cuervo desova sobre la ciudad
cae en el abismo cercena las alas
intentando llegar a la lumbre
leño a leño
como un boabad
que crece a la intemperie

 

CANDYMAN

cuando intento caer
cuando caigo
el silencio
lame mis heridas
el golpe seco
alucinante
espera
ante el portón de la despensa
a quién le importa el hambre
la hogaza menuda
la avecilla que grazna
y me hace cómplice
ética de la lascivia
dice la noche en el dintel
y sobrevuela
como un destello níveo
hasta el fondo de la taza
carne abyecta
frágil
poco a poco corrupta
el dolor es fácil
se pierde un tiempo
lastima un segundo
luego se olvida
cuece un botón en los ojos
abrevia en los vellos
de tus hermosas piernas
rasuradas.

 


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