Nombre: Maricel Hillairet
Lugar de nacimiento: Paraná, Entre Ríos, Argentina

Residencia actual: Paraná, Entre Ríos, Argentina

Miembro desde: 24/01/2011




Poemas incluidos en esta página:
 

 

      -          Hacer el amor dentro de nuestro beso.

      -          Heridas de la sombra. 

      -          Instalación.

      -          Clandestino. 

      -          La perdición. 
-          Agujas de las horas.

      -          Bailarina.
-          Eclipse.

      -          Peso de luna.
-          Cuando la muerte no me mira.

      -          Luto de colibríes. 

      -          Gladiadores.
-          Ángeles vagabundos.
-          Insomnio.
-          Lámparas que no morirán. 



                                               
 

Hacer el amor dentro de nuestro beso 

 

Hacer el amor dentro de nuestro beso 

(rueda del sol dentro del sol) 

y devolvernos fuera de la esfera 

que llora, respira y anhela. 

 

 

 

Heridas de la sombra 

 

En la herida habla nuestro silencio. 

¿Derrotará el amor altos vacíos de huérfana de tus ojos? 

¿Se suspenderán los abismos con un beso?  

¿Se abrirán las puertas de tus brazos?  

Quizás callará la boca el nombre  

y el cuerpo suspirará sombras 

mientras el cruel amor se acercará sin tregua 

con espinas  

y abrirá un camino que me queme. 

Cómo quebrar esta nostalgia de mi cuerpo. 

 

 

 

Instalación 

 

Cuando en las ojeras de la tarde  

las naves se pierden  

aflige el adiós escrito en el aire  

que vierte amor  

y se instala en las barreras de tus ojos  

presagio un incurable dolor.  

Y estoy tan triste que nacen versos. 

Entonces el nombre es risa y lágrima. 

 

 

 

Clandestino 

 

Los labios respiran  palabras al viento, 

mi voz se pierde amante cada noche  

y desliza pasos de fantasma 

sobre la seda negra de la cama.  

Los cuerpos desnudos  

muestran el fulgor cómplice. 

Vacío está el espacio   

donde las costumbres y los juramentos  

asesinan el amor:  

paradoja interminable. 

 

 

 

La perdición 

 

Reposas inerte en mi descanso  

y desbordas en el mate 

desde donde hostigan imágenes indescifrables. 

Te nombran caminitos de hormigas bajo tierra 

y dedos de sauces que se cruzan en el viento. 

El cuerpo despoja la unión en llamas 

del nombre que crepita. 

 

 

 

Agujas de las horas 

 

Existo entre vasos vacíos  

y deshonestos momentos que nos dimos 

en ley de infidelidades naturales. 

Has dejado ausencia en cada sacrificio del reloj  

estás, estás y estás  

sombra del pensamiento. 

 

 

 

Bailarina 

 

Del viaje del dolor regresé a la voz 

que interrumpe el invierno con besos. 

La noche vagabunda baila con cielos  

de fantasía donde serena la luna entona el vals 

que anuncia el amor  

y no muere.    

Dónde baila el fantasma del desamor.  

En la visión de una bailarina dormida. 

 

 

 

Eclipse 

 

¿Cuánta errante soledad sin dónde 

hasta que amanece? 

Tiritan de frío los labios sin eclipse  del vacío. 

Amar es en la ausencia. 

Amar es despertar en la distancia  

con un vaso en la mano y la luz encendida. 

Que el amor confunda nuestros rostros: 

vivimos tras las sombras de este mundo. 

 

 

 

Peso de luna 

 

Aquí estamos después de mil infiernos 

con soledades largas en la sangre 

mientras el peso de las lunas cae 

(herida sobre la ciudad). 

Cada nostalgia lleva un botín de minutos ahogados  

que ardieron en tiempo de final. 

 

 

 

Cuando la muerte no me mira 

 

Eres el antepasado de mi sonrisa  

y en la prisión de días sin retorno 

pienso que seríamos felices esta noche 

porque la muerte no me mira,  

aunque hay tanta soledad   

que las palabras sin pronunciarse  

se suicidan. 

Es delirio este amor de la sombra. 

 

 

 

Luto de colibríes 

 

En la hoguera arde el fuego  

y detrás de mi ventana late el vuelo de un colibrí.  

Mi cuerpo envejece de arrugas y distancias  

y el sacrificio de cada minuto pregunta por la vida, 

el infierno de nuestro mundo muerto. 

 

 

 

Gladiadores 

 

Vivo con un dolor y sueños de custodia. 

Qué puedo hacer sino abrazar este latido  

antes de cedérselo al aire  

mientras el libro de la tarde permanece abierto 

y demanda por la herida. 

La tarde se suicida -barrilete dorado-  

en la terraza. 

 

 

 

Ángeles vagabundos 

 

Fui alma vagabunda por las calles  

hasta encontrar mi territorio. 

Donde nada se busca  

en el suburbio de la tiniebla 

se estremecieron los susurros. 

Eran voces de ángeles quemados  

que a mi lado lloraban. 

 

 

 

Insomnio 

 

Apuñalo la almohada del reposo  

y consumo por error las distancias. 

Sorprende la verdad oculta en la pared 

donde figuras se desgarran:   

con impulso voraz años y minutos hacen el amor. 

La sed extiende la mano en busca del vaso vacío. 

 

 

 

Lámparas que no morirán  

 

La voz ardiente / tatuaje en el cuerpo y el alma. 

El susurro que atrapa con juegos prohibidos, 

cadena que desata el cuerpo. 

Late la vida y reclama. 

El cerebro distante quema el amanecer. 

 

 

 

 


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